Malvenidos seáis, inocentes visitantes, a este mundo de singular horrenditud, poblado de legiones de feos, deformes, jorobados, desdentados, analfabetos mórbidos de pierna flaca y ojos asimétricos!. Donde reinan la alopesia, la flatulencia, la cojera y la mucosidad. Un arte prácticamente interactivo, del que casi se puede oler el olor a pata. ¡Dibujos que parecen los pesadillescos hijos de una noche de pasión entre Pepo y Matt Groening!
No es la atorrancia, sin embargo, lo que más sorprende de este universo desguañangado. Es su absoluta falta de vergüenza. La sincera alegría que despliegan en sus rostros estos seres de sonrisas deformes pero genuínas. El de Denis Danis es un mundo eternamente optimista, de monstruos inconscientes de su monstruosidad o más bien orgullosos de ella. Todos parecen venir satisfechos de su última travesura, o estar craneando su siguiente charada…
“Denis Danis, el pintor más rápido del mundo” y también el peor, apareció en el episodio 14 de 31 Minutos, a manos y voz de Pato Díaz. Pato (que recién empezaba a titiritear y Guaripolo aun ni soñaba con existir) también dibujaba “feo”, así que proveyó al episodio de los retratos más hórridos que pudo cranear. Era algo supuestamente puntual y destinado al olvido. Pero como todo en 31 Minutos, terminó siendo en vez la confirmación de un destino, el llamado de una vocación. El humor gráfico había ganado un nuevo socio.
Hay exposiciones que inspiran, elevan el espíritu o sensibilizan el alma. Esta no. Pero es la única en el mundo de la que el visitante, por horripilante que sea, sale sintiéndose más lindo.
Por Pedro Peirano