En octubre de 2020, un incendio destruyó varias casas de la cuadra, pero lo que parecía una tragedia se transformó en una oportunidad para la reconstrucción colectiva. Vecinos, recicladores, feriantes, artistas y arquitectos unieron fuerzas para recuperar los espacios dañados y darles un nuevo propósito centrado en las artes y la comunidad. Hoy, este lugar se ha convertido en un centro de creación cultural, donde talleres de carpintería, mosaico y muralismo no solo revitalizan el barrio, sino que también celebran su identidad. Los muros antes dañados ahora son lienzos llenos de vida, reflejando la historia y creatividad del lugar. Además, el espacio acoge encuentros artísticos, actividades culturales y un huerto comunitario que promueve la educación ambiental. Aquí, las artes y la cultura se convierten en herramientas de transformación, fortaleciendo la conexión entre los vecinos y dando vida a un barrio más vibrante y unido.