Exposición “COSTO HUNDIDO” de Coni Marín Q en Galería Hifas

COSTO HUNDIDO

La riqueza en el modo de producción capitalista se nos presenta como la capacidad de pagar una enorme cantidad de recibos. Aquella ficción material, que desborda toda lógica, nos exige negociar nuestro derecho a existir con la capacidad de producir-consumir que tenemos.

Una bóveda llena de boletas, de registros desechables de siempre perder. La artista – Coni Marín – construye una habitación cotidiana, la silla, el teléfono, el escritorio, el colchón, con capas y capas de recibos del salario exprimido, de la deuda constante, del crédito en cuotas. Todo se encuentra cubierto por ellas menos la copa, solo ella destaca en una habitación atiborrada de gastos. 

La obra se construye con materiales que la artista va recuperando de los espacios por los que circula. Los elementos que se cruzan en su camino rápidamente la conducen a imaginar escenarios donde lo desechado se vuelve protagonista. Juntando boletas, monedas de un peso, recogiendo cosas de la basura, consiguiendo otras del retail, la artista compone una escena cargada de paradojas. El interés por recolectar recibos contagia a otros vecinxs, amigxs y locatarios del barrio, haciendo de la obra además una construcción colectiva del material desecho. 

La idea de costo hundido se utiliza en la economía convencional para referirse a aquellos gastos que ya fueron realizados, que son irrecuperables, y que por ende, no deberían ser considerados como relevantes en las decisiones futuras. Coni considera que un ejemplo de ello es todo el tiempo y el trabajo que dedicó a estudiar Arte. Y sin embargo, insiste; desde lo profundo, lo irrecuperable, lo no rentable, vuelve a crear, como un ejercicio de porfía ante esta racionalidad económica.

Costo Hundido nos invita a detenernos a pensar sobre el valor de las cosas, los deseos de consumo, las alzas de los precios, ¿es posible imaginarnos como parte de un juego? Sería un juego cargado de espectáculos, concursos, rifas, bingos con los que sorteamos el peso de la vida. Sin duda sería un juego decadente, de siempre humillarse para intentar no perder. La pregunta que ronda aquí es ¿habría cómo escapar? 

La artista combina con la instalación en Galería Hifas algunas escenas irreverentes que responden a esta pregunta. Desafiando la idea de que salir de la pobreza exige mérito y esfuerzo, Coni Marin presenta a una persona fatigada, tendida en un colchón de deudas y mirando el celular. La exposición cierra con un fiesta de endeudados, que nos devuelve a esta contradicción de espectáculo y sufrimiento a la que nos acostumbró tanto la dictadura. Dictadura que instaló el experimento neoliberal e impuso una forma de vida donde la felicidad se compra en cómodas cuotas. Así, aprendimos a movernos con un déficit vital forrado con ropa de marca y a hacer un show televisivo con cada vulnerada existencia. Frente al delirio, queda reírse. La invitación es a delirar aún más intensamente, delirar juntxs, estirar lo absurdo, confabular contra la burbuja, y quién sabe, tal vez en algún punto todo se rompe.

COOPERATIVA DESBORDADA

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