
Exposición “SIMULACROS” de Cocó Santibáñez Aránguiz en Espacio Temporal Lucrecia
La simulación de la realidad, donde la fragilidad del papel mantequilla se convierte en el soporte de una ilusión perceptual. Aquí, la imagen, al ser proyectada sobre un material delicado y translúcido, desafía nuestra comprensión del espacio y la realidad misma, desdibujando las fronteras entre lo real y lo representado.
El papel mantequilla, por su naturaleza frágil, actúa como un intermediario entre el cuerpo del artista y la proyección digital. La cámara, posicionada frente al papel, registra no solo lo que está detrás de él, sino también la acción física que se despliega en su superficie. El cuerpo se convierte en parte de ese dispositivo, explorando la materialidad a través del tacto, haciendo visible lo invisible. La alteración de la percepción crea una relación entre lo físico y lo intangible.
Al proyectarse sobre él, la imagen pierde su solidez, sugiriendo que la realidad misma es susceptible de ser moldeada y transformada por el material con el que interactuamos. Esta fragilidad no solo se limita a lo físico, sino que se extiende a la representación misma de la realidad, cuestionando su estabilidad y naturaleza.
El sonido es otro componente esencial de esta simulación de la realidad. Los ruidos generados por el cuerpo al interactuar con el papel aportan una dimensión que va más allá de lo visual, enfatizando la presencia material del objeto.