VII VERSION PUERTAS ABIERTAS ARTISTAS YUNGAY
OCTUBRE 2023
“La Pedagogía de la Tierra” fue configurada para el lugar que la contiene, el Espacio Temporal Lucrecia, en la azotea de una casa patrimonial. Develar los entramados íntimos que no suelen dejarse ver por el ojo humano, se tornará en un diálogo con los procesos creativos llevados a cabo en los últimos años, que hoy expongo en la 7ª versión de Puertas Abiertas del Barrio Yungay.
El recorrido se inicia con la ausencia-presencia de la tierra en una fotografía que recapitula la obra: ¿Dónde está mi corazón? (2018). En ella el concepto de desarraigo da cuenta de un acontecer migrante, simbolizado en una planta arrancada de raíz y expuesta junto a otras. El público fue indispensable para completar la obra. Se le ofreció adoptar una planta y llevarla a casa. Tras una reflexión en torno a los desarraigos geográficos, además de los emocionales, se le invitó a dejar su testimonio por escrito.
Siguiendo la línea de develar las estructuras internas de los procesos creativos, en la obra en desarrollo Todo pasa por mi cuerpo (2023), confluyen técnicas como el dibujo y la cerámica para abordar, después de 40 años, un suceso de abuso infantil. La tierra aquí se presenta como un elemento de Restauración simbólica.
El tercer trabajo enfoca la violencia a través de la réplica en cobre de un alambre de púas, encontrado en una zona rural de Melipilla, mientras realizaba labores de siembra. En la obra Chile: 1973-1990 busco participar afectivamente de una realidad ajena a mí, pero vivida y contada por amigos y conocidos. La tierra alberga muerte y vida a través de las acciones realizadas en su momento.
La última pieza, Arauco tiene una pena(2023) está inspirada en la canción homónima de Violeta Parra. Esta, como la canción, denuncia, pero además, se enmarca en una constante en mis trabajos: acciones de restauración en escenarios que han soportado hechos violentos, donde el proceso artístico llega más allá del producto final. Sólo a través de la Pedagogía “amorosa” de la tierra podrían ser sanados.
Patty Ariza